Padre está limpiando el trineo motorizado, y le pide a Pingu que vaya a buscarle un paño limpio del cobertizo. Pingu va a mirar y no está teniendo mucho éxito, pero luego se encuentra con una mochila vieja. Dentro de la mochila encuentra una foto de padre y abuelo con un equipo de montañismo, frente a un montón de piedras. Pingu saca la mochila, le muestra la foto al padre y le pregunta si puede subir la montaña. El padre inicialmente dice que no, pero luego recuerda cómo se sintió al respecto y acepta, para deleite de Pingu. Consiguen el equipo, Pingu lleva la cuerda y la Madre les dice adiós mientras se ponen en marcha. Al igual que al llegar a la base de la montaña, el extremo final de la cuerda queda atrapado entre dos rocas. Pingu intenta mover la cuerda de varias maneras para desalojarla, pero no cede. Luego tira de la cuerda tan fuerte como puede. La cuerda finalmente se libera, y Pingu termina deslizándose en su parte inferior derecha hasta la base de la montaña. Padre y Pingu se amontonan y comienzan a escalar, con el Padre al frente. Padre está encontrando el ir difícil y comienza a cansarse mucho. Luego se da cuenta de que la razón por la que está tan cansado es que Pingu se ha dejado arrastrar por su padre, y no está haciendo ningún esfuerzo por hacerlo él mismo. El padre le dice a Pingu que haga su propia escalada. Llegan a un puente de hielo sobre una grieta y Pingu no quiere cruzar. El padre cruza y, después de superar su renuencia, Pingu también cruza. El padre le da un abrazo a Pingu y señala cuánto más cerca están de la cima. Cuando llegan a la cima, Pingu está encantado y puede ver su iglú en la distancia. El padre luego se toma una foto de sí mismo y de Pingu que es similar a la que Pingu encontró de Padre y Abuelo.