Pingu siente pena por el pobre molinillo de órganos. Él pone algo de dinero en su sombrero y quiere que los pingüinos adultos hagan lo mismo pero todos miran para otro lado. Pingu lleva al pobre a su iglú en decadencia. Luego toma el órgano de barril y toca fuera de la panadería, de los pescadores, del sastre y delante de la tienda de bebidas. A su vez, cada comerciante dona algunos bienes.