La doctora Susan Lewis se siente incómoda ante el interés de su antiguo enemigo, el doctor Kayson, que además de estar casado, quiere invitarla a cenar. John Carter atiende a tres animadoras de un instituto que han comido unas chocolatinas bañadas en LSD. Sin saberlo, Deb se come una de esas chocolatinas y estropea la escayola que le estaba poniendo a un paciente.