Mientras Cádiz celebra su famoso Carnaval, en la cubierta de un barco, don Joaquín, un viejo emigrante, contempla la ciudad y escucha emocionado, el lejano eco de las fiestas. No quiere bajar a tierra porque teme enfrentarse a la ausencia total de seres queridos. ¡Ha sido emigrante tantos años! Hace mucho que no ha vuelto a su Cádiz y también entonces la ciudad estaba de fiesta cuando él y sus compañeros llegaron repatriados de la campaña de Cuba.