Una estrella de música pop adolescente que está aprovechando su momento de ascenso, otra joven de espíritu aún más rebelde, un joven eternamente enamorado y un puñado de delincuentes de poca monta conforman un grupo de personajes que tienen algo en común: los espera un destino compartido pero de final incierto. Ellos son solo algunos de los curiosos personajes que dan forma a Mala vida, una película que transita el terreno de la comedia negra, con ribetes disparatados. Este conglomerado de coloridos y bizarros personajes confluyen en un momento –el menos– indicado, para desencadenar situaciones inesperadas de violencia y caos general.