Renée se despierta, hundiéndose bajo el agua dentro de un saco fuertemente atado. Luchando, ella de alguna manera sale de su ataúd bajo las profundidades. Cuando vuelve a reaccionar, ha olvidado todo. Sin un pasado, ella es liberada del hospital y obligada a comenzar una vida de nuevo. Entre las nuevas caras que ve, hay una que ella no reconoce, su marido. A medida que crece, los que la rodean son víctimas de accidentes mortales. Ahora la mujer debe traer de vuelta sus recuerdos si quiere tener un futuro.